Tras el frenesí comercial que se vivió en el país, que dejó un crecimiento en el sector del 6,4 por ciento, convergen dos historias que son un claro ejemplo de la situación laboral en la que se encuentran muchos colombianos.
Foto: Santiago Castro V. |
Ángela vive en una casa arrendada en el barrio Campo Valdés, en compañía de ocho nietos, una de sus hijas y su esposo. Él trabaja en un taller de carros, lavando repuestos y reconoce que sus ganancias son muy relativas.
Afirma que además de los globos estuvo vendiendo manillas y gafas de neón, pero dice que le tocó volver a los globos porque muchas veces se le quedaba la mercancía.
Recuerda que trabajó hasta el 2003 en la empresa de apuestas Gildardo Echeverri, según ella, le iba muy bien y se "hizo" a una casa en Santo Domingo Savio. Pero su felicidad se vio opacada por unos milicianos que se apoderaron de su casa.
Ángela sufrió un accidente ese mismo año, cuando se encontraba en un bus de la empresa Santra, en la intersección de El Palo con Los Huesos. En el suceso perdió la audición del oído derecho, se afecto seriamente la pelvis y tuvo un trauma en la rodilla y el tobillo. Asegura que el parte médico sólo reconoció algunas de las dolencias, puesto que de haber tenido en cuenta todos sus traumas ya estaría pensionada. Hace tres años volvió a caminar sin la ayuda del bastón y utiliza pipeta de oxigeno de forma permanente hace 27 meses.
Ángela sufrió un accidente ese mismo año, cuando se encontraba en un bus de la empresa Santra, en la intersección de El Palo con Los Huesos. En el suceso perdió la audición del oído derecho, se afecto seriamente la pelvis y tuvo un trauma en la rodilla y el tobillo. Asegura que el parte médico sólo reconoció algunas de las dolencias, puesto que de haber tenido en cuenta todos sus traumas ya estaría pensionada. Hace tres años volvió a caminar sin la ayuda del bastón y utiliza pipeta de oxigeno de forma permanente hace 27 meses.
Después de demandar la empresa de transportes Santra, tuvo muchos problemas con su defensa porque el primer abogado se retiró del caso luego de que le ofrecieron un puesto en una notaría. El segundo abogado hizo lo mismo, "A mí me dijeron que era comprado, que era una estrategia de la empresa transportadora para que se vencieran los términos de la demanda", declara con tristeza Ángela María. El tercer abogado, Jaime Muñoz, tomó el caso, pero nunca se presento a las audiencias.
Después conoció que ya había resolución de su caso por parte del peritaje del Tránsito, en el que le otorgaban $3`866.000, pero dice que esto es insuficiente para suplir sus gastos médicos. A pesar de que intentó apelar y consultó a Natalia Isaza, encargada de esta dependencia, los términos se habían vencido y tuvo que aceptar el dinero que le alcanzó para pagar lo necesario para vivir.
Le surgió la inquietud de consultar cuál es el valor que debió haberle pagado la empresa de transportes por su accidente, y aseguró que la cifra asciende a 120 millones de pesos. “Necesito una cirugía urgente, necesito prótesis de cadera y de pelvis, sino me operan en dos meses puedo quedar invalida de por vida".
En la parte económica, diciembre significa mucho para ella: “Los niños me comen un poquitico mejor, porque me prueban la carne todos los días, mientras que los otros meses solo una vez a la semana”.
Calcula que con lo que gane este diciembre se va a des atrasar de los meses que debe de arriendo. “Me ha dado para pagar el arriendito gracias a Dios y a la ayuda de la gente, además de los globos no falta quien me colabore con un dinerito”.
Entre sus planes está trabajar hasta que retiren los alumbrados y después decidirá qué más puede vender en la calle, hasta el momento tiene pensado vender solteritas, “Ya hice manipulación de alimentos y me dijeron que con un tapabocas podía vender”.
Según la última Encuesta de Opinión del Consumidor (EOC) de Fedesarrollo en diciembre de 2011 el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) en todas las ciudades se ubicó en niveles superiores, no sólo en comparación a su promedio de los últimos tres años, sino en niveles mucho más favorables que los registrados en 2010, que para Medellín se mantuvieron en el25,8%.
Foto: Santiago Castro V. |
En una noche pinta alrededor de 30 a 40 cuadros. “Para diciembre solo saco cuadros pequeños, que vendó a $7.000; el resto del año saco cuadros grandes para la venta, para marquetería o galerías de arte”.
Cuenta que la competencia no es mucha, porque en esa zona se ubican pocos pintores “En este momento sólo estamos 5 pintores, en diferentes técnicas, aunque en la mía soy el único”.
Dice que este año en comparación con otros le fue regular. “No todos los años es lo mismo, el año pasado me fue bien, ahora es muy regular, tirando pa’ bien, podría ser por la ubicación de los puestos o no sé que sería. Hay varios factores: el invierno, la economía o la no permanencia de los puestos en la avenida”.
Por Santiago Castro Y Estefanía Pereira.
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